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“Si sos una chica bonita consigue 15 votos. Para eso, toma la lista de pretendientes y envíales un email. Avísales que aquel que vote por mi tendrá más chances contigo”. Esta fue la gran consigna del candidato José Serra en un acto en Uberlandia (Minas Gerais) en el que ayer estuvo acompañado por el ex gobernador de ese estado, Aecio Neves. En la desesperación por conseguir los 10 millones de votos que le faltan para alcanzar y sobrepasar a su adversaria Dilma Rousseff el socialdemócrata no parece tener reparos en los argumentos.
Para dar un tono festivo al acto, trajeron batucadas debidamente pagas además de ómnibus con “militantes” que recibieron US$ 23 por el viaje entre Belo Horizonte y la ciudad del interior mineiro. El candidato decidió gastar sus últimos cartuchos en Minas Gerais, el tercer distrito electoral del país, porque entiende que allí podrá morder parte del caudal de votos que tuvo Dilma en la primera vuelta. “Minas es el centro del país, es la síntesis. Y aquí se va a decidir la elección”.
La última encuesta de ayer, de la prestigiosa consultora Ibope, marca una ventaja de Dilma de nada menos que 14 puntos. Sólo un milagro, o un error demasiado grosero de las encuestadoras, es capaz de llevar a Serra al Palacio del Planalto el 1º de enero de 2011. Claro que nada puede asegurarse hasta las 20 horas del domingo cuando finalice el recuento de votos. Hoy los dos postulantes protagonizan su último debate. Será en la emisora Globo en Río de Janeiro.
Con esa misma expectativa de que algo sobrenatural lo ayude en esta pelea tan terrenal por el poder, Serra usó la campaña televisiva gratuita para insultar a Dilma a quien consideró como una mujer que de ser elegida para la presidencia “dejará robar en la sala de al lado” de su despacho. Dijo que ella había “quebrado” la intendencia de Porto Alegre cuando la ex ministra de Lula ocupaba un puesto secundario, la acusó de inepta y falta de autonomía. En esa línea discursiva, Serra acusó a Lula de querer privatizar Petrobras y entregar la explotación de las enormes reservas encontradas en la plataforma marítima a las empresas extranjeras.
Dilma consideró esa historia francamente ridícula. Ante miembros de la Federación Unica de Trabajadores Petroleros dijo que es una gigantesca mentira. Agregó que fue el gobierno de Fernando Henrique Cardoso quien vendió un tercio de la empresa estatal Petrobras. El gobierno de Lula acaba de recuperar la mayor parte del paquete accionario que es ahora de 48%. “Brasil sabe quién está a favor de Petrobras y de la explotación de las riquezas por parte de la empresa estatal; como también sabe quién está a favor de dejarlas en manos extranjeras”, dijo.
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